La Noticia: El PP recupera la confianza...
El comentario: Apenas he comenzado a leer la noticia objeto del comentario y ha venido a mi mente la figura del recien canonizado Juan Pablo II, concretamente la carta enciclica "Centesimus annus" escrita en el centenario de la "Rerum Novarum" de Leon XIII. No es mi intención ser pesimista pues no lo soy pero me encuentro totalmente desmotivado en cuanto a mi responsabilidad como ciudadano a la hora de ejercer el voto ante los proximos comicios europeos. Encuentro una gran falta de responsabilidad en quienes ostentan la representación de los ciudadanos tras haber sido elegidos por medio de las urnas. Ser politico no ha de ser el resultado de un sentimiento de servicio, ser politico ha de ser la culminación de una vocación de servicio donde la responsabilidad y el compromiso han de estar por encima de cualquier otro interes. El politico ha de tener una gran formación para poder ejercer su cargo público , yo me pregunto ¿cuantos de nuestros actuales representantes conocen la doctrina social de la Iglesia? la doctrina social de la Iglesia constituye una guia segura , un vademecum eficaz.
Decía al comenzar este comentario que me habia venido a la mente la enciclica "Centesimus annus" en ella se actualiza la "Rerum Novarum" publicada por Leon XIII en un momemto en que la revolución industrial oprimia al trabajador y por ende a la familia y a la sociedad, una sociedad donde riqueza y pobreza se expandian en direccion contraria dibujando una sociedad donde unos pocos poseian todo aquello de lo que la mayoria de la sociedad carecía. Se había llegado progresivamente a nuevas estructuras en la producción
de bienes de consumo. Había aparecido una nueva
forma de propiedad, el capital, y una nueva
forma de trabajo, el trabajo asalariado, caracterizado por gravosos ritmos
de producción, sin la debida consideración para con el sexo, la edad o la situación
familiar, y determinado únicamente por la eficiencia con vistas al incremento
de los beneficios.El trabajo se convertía de este modo en mercancía, que podía comprarse y
venderse libremente en el mercado y cuyo precio era regulado por la ley de la
oferta y la demanda, sin tener en cuenta el mínimo vital necesario para el
sustento de la persona y de su familia. Además, el trabajador ni siquiera tenía
la seguridad de llegar a vender la «propia mercancía», al estar continuamente
amenazado por el desempleo, el cual, a falta de previsión social, significaba
el espectro de la muerte por hambre.
Con el propósito de esclarecer el conflicto que se
había creado entre capital y trabajo, León XIII defendía los derechos
fundamentales de los trabajadores. De ahí que la clave de lectura del texto
leoniano sea la dignidad del trabajador en
cuanto tal y, por esto mismo, la dignidad
del trabajo, definido como «la actividad ordenada a proveer a las
necesidades de la vida, y en concreto a su conservación».
No quiero extenderme más en este sentido, solamente quiero reflejar el rayo de esperanza que constituye la Doctrina Social de la Iglesia, la riqueza contenida en la "Centesimus Annus" la "Sollicitudo Rey Socialis " sobre los problemas actuales del desarrollo de los pueblos, la "Laborem Excersens" sobre el trabajo humano y un largo etcetera de documentos a los que habría que someter a examen a cualquier cargo publico antes de su nombramiento.